Ladytron El de Ladytron fue un concierto impecable y directo, aunque lamentablemente resumieron una larga trayectoria musical y seis discos en tan sólo 12 canciones POR Staff Rolling Stone México | septiembre 23, 2011 El de Ladytron fue un concierto impecable y directo, aunque lamentablemente resumieron una larga trayectoria musical y seis discos en tan sólo 12 canciones Por Paola García Con su nuevo disco bajo el brazo, Gravity the Seducer, Ladytron se presentó en el Teatro Chino de Six Flags en un concierto que bien podría parecerse a esos romances en los que se tiene toda la intención, pero que al final nunca llegan a nada. Una noche extraña sin duda, en la que la lluvia jugó con los asistentes haciendo que en repetidas ocasiones dejaran de bailar y corrieran a protegerse. La fiesta que iniciaba en el escenario donde usualmente se lleva a cabo el show de Batman se vio accidentada por el clima, que retaba a los asistentes a seguir esperando por Ladytron o bien, emprender el camino de regreso a casa. La mayoría resistió. A diferencia de otros conciertos que se han llevado a cabo en Six Flags, este lució raro, vacío; y es que el acomodo de las secciones no ayudó en nada, tan sólo alejó a los fans del grupo y evitó que se lograra una conexión entre ellos. Había poca gente debajo del escenario en la sección preferente, y cientos amontonados detrás de las vallas tratando de encontrar un lugar -detrás de los enormes y estorbosos balcones VIP- para poder ver a la banda. El encargado de abrir fue SONOIO, proyecto alterno de Alessandro Cortini ex Nine Inch Nails. Se trata de un solo tipo haciendo el trabajo que bien podrían hacer cuatro personas en una banda, pero que resulta interesante precisamente por eso y porque gran parte de su set lo hizo de rodillas prendido a un micrófono de luces, ofreciendo una mezcla de ritmos oscuros y rock industrial con una apacible voz que podría hacer pensar que hay una chica al frente. Algo que definitivamente hay que escuchar con detenimiento. Pasadas las 11 de la noche el frío se hacía presente en el parque de diversiones, sobre el escenario empezaban a desfilar uno a uno los integrantes de Ladytron, quienes se posicionaban frente a sus sintetizadores para iniciar el show. Al centro Helen Marnie saludaba al público y arrancaba con “Runaway”, de Velocifero. El ambiente de la noche fue perfecto para Ladytron: frío, tal como ellos. Sin desprenderse ni un minuto de sus sintetizadores, como si se tratara de los robots de Kraftwerk, los integrantes de la banda dejaron correr en su set canciones como “International Dateline” y “High Rise”. Helen se paseaba sobre el escenario como si se tratara de un robot que jugaba a seducir con sus bailes mecánicos y su carisma fríamente cautivador. Iba y venía del micrófono mientras ejecutaba a la perfección cada una de las canciones, con una voz tan cuidada que sonaba igual que en los discos y que difícilmente se salía del guión para interactuar y romper el hielo con el público. Aunque el público se dio por sí solo. Presentaron formalmente el Gravity The Seducer con canciones como “Ace Of Hz” y para la melancolía de la noche fue “Seventeen”, que sonó de fondo a una terrible lluvia que hizo que nuevamente todos corrieran a esconderse. Para el encore algunos valientes salieron a darle pelea a la lluvia, mientras que Ladytron tocaba “White Elephant” y se despedía con “Destroy Everything You Touch”. Tristemente las últimas dos canciones… El de Ladytron fue un concierto impecable y directo, aunque lamentablemente resumieron una larga trayectoria musical y seis discos en tan sólo 12 canciones que, pese a la buena ejecución, no fueron suficientes y que, luego de una hora y media de show, dejaron a muchos con ganas de más, mucho, pero mucho más…